miércoles, 17 de marzo de 2010

El strappo de los Stefanoni


El arquitecto del Palau de la Música o del Hospital de Sant Pau de Barcelona Lluís Domènech i Montaner recorrió en 1904 el Pirineo y lo fotografió, dibujando las pinturas, los capiteles, las plantas que iba encontrando, recogiendo material para escribir un libro sobre el estilo románico catalán. De ese modo dió valor a las pinturas del ábside de Sant Climent de Taüll, el frontal de Mosoll, las pinturas de Santa Maria d'Aneu o de Sant Pere de Burgal.

En 1919, el marchante Gabriel Dereppe y el anticuario Ignasi Pollack, estadounidenses, vieron en esas obras románicas la oportunidad de un buen negocio si las vendían a los museos americanos. Así que contrataron a los Stefanoni, una saga de restauradores que habían aprendido de su maestro, el conservador Secco Suardo, el strappo, tirón en italiano, la técnica de arrancar pinturas de ábsides y murales.
Se cubría el fresco con una tela, pegada con cola orgánica de cartílago, que al secarse permitía arrancar la película pictórica, como si de un negativo se tratara, y enrollarla. Así trasladada, en el lugar de destino se le aplicaba otra tela en el dorso y se colocaba en un nuevo soporte, lista para ser contemplada de nuevo en un lugar ajeno a la devoción que la había creado.


El fotógrafo de la expedición,Vidal Ventura, dio el aviso de que habían comprado el ábside de la iglesia de Santa María de Mur para venderlo al Museo de Bellas Artes de Boston, donde se sigue exhibiendo. La Junta de Museos encargó a los mismos Stefanoni que arrancasen los frescos para llevarlos al Palacio de la Ciudadela de Barcelona, sede del Museo de Arte y Arqueología. Durante tres años los italianos recorrieron las iglesias del Pirineo con la ayuda de la documentación recopilada por el arquitecto Lluís Doménech i Montaner, y arrancaron 300 metros cuadrados de pinturas a 500 pesetas el metro, según el contrato que aún se conserva. Gracias a esa reacción se pueden ver hoy en el MNAC los ábsides de San Climent o Santa María de Taüll, de San Joan de Boí o Santa Maria de Aneu.